Sus tiempos atrás (verduras frescas y accesibles a cualquier bolsillo), amoldaba cualquier mirada agria a su convenir, y continuaba con sus cápsulas de temblor.
Revivía bestias.
Carnales,
frívolas
Atrás, cornisas adentro. Mimetizando variadas impertinencias de los ausentes.
Alternando metabolismos impropios con los vestidos largos de las chusmas del barrio.
Su ingenio repercutía en ajenas conciencias de lo imposiblemente eterno.
Ampliando veredas, anunciaba el cartel.
20 enero 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario