ORÍGEN: ISLAS PASCUAS
OBJETIVO: DESENREDAR LOS CORDONES DE MI ZAPATILLA IZQUIERDA. CONSTRUIR UN BARRILETE TRICOLOR. REMONTARLO. SI NO HAY VIENTO, SOPLAR. HACER ANGELITOS EN LA HIERBA MOJADA. SACUDIR LOS BICHITOS QUE ME TREPAN LA PIEL. SOÑAR LAS NUBES. SALTAR 5 VECES PARA ADELANTE 62 PARA ATRÁS Y 62-5 PARA EL COSTADO. JUNTAR MARGARITAS. SI NO ES ÉPOCA, MEJOR QUE SEAN RAMAS SEMI-VERDES. CANTAR EN SILENCIO. SABOREAR LA LLUVIA INEXISTENTE QUE PERDURA POR LA TARDE. GARABATEAR VACAS PARA RELLENAR EL CAMPO. SENTARME. OLVIDARME. Y VOVER.
29 diciembre 2007
27 diciembre 2007
CIELO Y RÍO
Salí del hotel un tanto triste a vagar por los caminos. Olor agudo de retama. Pronto observé los cardos en las laderas, en sus lámparas adormecidas, empezaba a quemarse la tarde. Puntas de tragedia en mi garganta y el receptor abierto. Entendí la peste. Los sapos están redoblando. Vi mi propia sombra muy alargada barrer las cicutas, la raíz del verso estaba presa. Corrí a mi alojamiento a buscar un lápiz, el viento me llevó el sombrero. Cuando subí a la terraza en donde daba mi habitación, cielo y río eran un desborde morado. Un pino los unía atravesando los celestes.
El verso dice: "El viento me llevó el sombrero".
(letra de un tema que me agrada, me agrada)
El verso dice: "El viento me llevó el sombrero".
(letra de un tema que me agrada, me agrada)
26 diciembre 2007
21 diciembre 2007
VIAJES Y CRONOPIOS
Emprender el viaje a casa, a cuestas del 60 de recorrido más largo puede resultar una pesadez incontrolable. Pero el de ayer (a pesar de haber llegado con frío y las 4.45 am.) fue entretenido. Claro está que sin mi compañero Ale, y sin nuestro libro, no hubiese sido lo mismo, y ahí sí, hubiese caído redonda, absorbida por el sueño y probablemente me despertase luego, descubriendo que mi parada pasó hace rato, y todo hubiese terminado mal.
Acá, las alegrías del cronopio, se convierten también en nuestras alegrías.
ALEGRÍA DEL CRONOPIO•
Encuentro de un cronopio y un fama en la liquidación de la tienda La Mondiale.
- Buenas salenas cronopio cronopio.
- Buenas tardes, fama. Tregua catala espera.
- ¿Cronopio cronopio?
- Cronopio cronopio.
- ¿Hilo?
- Dos, pero uno azul.
El fama considera al cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del cronopio.
- Afuera llueve -dice el cronopio-. Todo el cielo.
- No te preocupes -dice fama-. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos.
Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además, le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los dos hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil.
(J. Cortázar)
Acá, las alegrías del cronopio, se convierten también en nuestras alegrías.
ALEGRÍA DEL CRONOPIO•
Encuentro de un cronopio y un fama en la liquidación de la tienda La Mondiale.
- Buenas salenas cronopio cronopio.
- Buenas tardes, fama. Tregua catala espera.
- ¿Cronopio cronopio?
- Cronopio cronopio.
- ¿Hilo?
- Dos, pero uno azul.
El fama considera al cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del cronopio.
- Afuera llueve -dice el cronopio-. Todo el cielo.
- No te preocupes -dice fama-. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos.
Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además, le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los dos hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil.
(J. Cortázar)
19 diciembre 2007
KÆMPE BLÅ
Afuera todo era azul. Azul. Un gran desierto que se mostraba infinito ante mi. El cielo se mimetizaba con el hielo, y todo aparentaba ser un gran escenario del frío, pero yo seguía sofocándome.
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13 diciembre 2007
GROTESCO
En los hilos que desbordaban del saco violeta, se distinguían inocentes orificios que marcaban un desconcierto agudo. Los resortes del final del pasillo ayudaban en la peregrinación de los soldados que poco a poco avanzaban retorciéndose las amígdalas. Dos pájaros miraban el espectáculo desde lo alto de las montañas de limones que yacían primordiales en un rincón del rancho. Ni la más vaga de las almas creería que las nubes se inflaban a causa de los efluvios de manzanilla, pero no descartaban la idea de que más guirnaldas disfrazarían con mayor agrado aquélla pocilga. El viento soplaba con fuerza, y los álamos bailaban en sentido norte. Los inquietantes soldados continuaban su marcha a la par de una sirena débil que llegaba de lo lejos del trigo. Las polillas habían hecho lo suyo, no quedaba uniforme en completas circunstancias, y por los pequeños agujeros se escapaban las camisas mal planchadas. Eran las mujeres las que miraban con desprecio de poca dedicación. Se chismoteaban unas a otras la impertinencia de los partidarios y orgullosas, relucían sus delantales blancos como nunca.
Siete discontinuos, y uno a la cabeza con un banderín de poco color. Marchaban. Hacían el ridículo. Desviaban la mirada hacia las jugosas naranjas colocadas ordenadamente en la mesa principal y se hacían los que dormían de pie. Solo faltaba medio metro, y se convertirían en menores soberanos de su propia piel.
Las aberturas se profundizaban al rayo del sol, y uno de los sacos entró en llamas. El revuelo fue tal, que los limones quedaron secos, desérticos en la hacienda de grises paredes.
No llegaron. Se vencieron. Y la luz llegó a su fin, mostrando únicamente aquellos hilos que despavoridamente asomaban las cenizas del suelo, queriendo ser lo que nunca llegarían a ser.
Siete discontinuos, y uno a la cabeza con un banderín de poco color. Marchaban. Hacían el ridículo. Desviaban la mirada hacia las jugosas naranjas colocadas ordenadamente en la mesa principal y se hacían los que dormían de pie. Solo faltaba medio metro, y se convertirían en menores soberanos de su propia piel.
Las aberturas se profundizaban al rayo del sol, y uno de los sacos entró en llamas. El revuelo fue tal, que los limones quedaron secos, desérticos en la hacienda de grises paredes.
No llegaron. Se vencieron. Y la luz llegó a su fin, mostrando únicamente aquellos hilos que despavoridamente asomaban las cenizas del suelo, queriendo ser lo que nunca llegarían a ser.
09 diciembre 2007
DILIGENCIA SUPERSÓNICA
05 diciembre 2007
WHAT IF
What if you slept? And what if, in your sleep, you dreamed? And what if, in your dream, you went to heaven and there plucked a rare and beautiful flower? And what if, when you awoke, you had the flower in your hand? Ah, what then?
(Coleridge,)
(Coleridge,)
03 diciembre 2007
A LAS CAVERNAS
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