26 diciembre 2007

QUITAPULGAS DE LUZ



1 comentario:

Guilledios dijo...

En realidad, las luces cuando son fuertes nos espantan a todos, más si somos nosotros los noctambulos victimas de ellas. Pero no podemos evitar entender por que nos vamos o volvemos o por que le tenemos tanta fobia y tanto miedo, como si nos fuera a hacer algo más que sólo quemarnos y destruírnos de a poco y de una vez.
Lo lúgubre de hace corriente cuando el cielo es gris...(Estamos?)