21 diciembre 2007

VIAJES Y CRONOPIOS

Emprender el viaje a casa, a cuestas del 60 de recorrido más largo puede resultar una pesadez incontrolable. Pero el de ayer (a pesar de haber llegado con frío y las 4.45 am.) fue entretenido. Claro está que sin mi compañero Ale, y sin nuestro libro, no hubiese sido lo mismo, y ahí sí, hubiese caído redonda, absorbida por el sueño y probablemente me despertase luego, descubriendo que mi parada pasó hace rato, y todo hubiese terminado mal.
Acá, las alegrías del cronopio, se convierten también en nuestras alegrías.


ALEGRÍA DEL CRONOPIO
Encuentro de un cronopio y un fama en la liquidación de la tienda La Mondiale.
- Buenas salenas cronopio cronopio.

- Buenas tardes, fama. Tregua catala espera.
- ¿Cronopio cronopio?
- Cronopio cronopio.
- ¿Hilo?
- Dos, pero uno azul.
El fama considera al cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del cronopio.
- Afuera llueve -dice el cronopio-. Todo el cielo.
- No te preocupes -dice fama-. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos.
Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además, le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los dos hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil.

(J. Cortázar)

1 comentario:

Guilledios dijo...

Hay ciertas cosas que nos hacen la vida más llevadera. Una de ellas es Cortázar, otras mejor ni nombrarlas, son obvias.
Los viajes, sobretodo los astrales, son lindo de por sí, pero más si se los acompaña con un buen cuento, mejor aun si es de aquel autor.
Pero en realidad, cualquier viaje, por malo que pueda parecer, no lo es tanto si pensamos lo lindo que tiene y todo lo que se puede sacar de él y colocarle para hacerlo más animoso...
PD: feliz navidad piba, aunque no tengas arbol natural