28 noviembre 2007

ARVEJAS NOCTURNAS


Un huevo, una yema, unas.. 5 cucharadas de harina, una lata de arvejas (vale robarse unas previamente), una papa, pan rayado (lo que quede en el frasco) un poco de queso, y por último, sal y pimienta a gusto.
Era sábado a la noche, no estaba de humor para salir. Todos tirados en el sillón, sin que nadie se digne en invetar algo, y como mi estómago gritaba, algo tenía que inventar. Fueron esos los ingredientes que decidí mezclar para intentar hacer unas croquetas de arvejas. Los que pasaban cerca, miraban de reojo con expresión de asco. El que que quiere, come, y el que no, alpiste.!
Descubrí que las papas se toman su tiempo para decidirse a hervir. Con toda la pasta en el bol, faltaban sólo estas verduras, que se hacían rogar, desde el fodo de una ollita cubierta de agua en los 100º.
Todo listo. Una cuchara, y armando bollitos, dentro del aceite caliente en su respectiva sartén.
Mi hermano no probó. No le gustan las arvejas, mi viejo se rió. Y bueno.. no quedaba nadie más en casa. Para mi estaban ricas, y me comí unas 5.
Pero el momento que más disfruté fue el haber robado unas 13 arvejitas de la lata antes de mezclarlas con los ajenos.

1 comentario:

Guilledios dijo...

Si fue el sabado pasado no sé si dejaron de probar por asco o por miedo, pero no miedo a lo que cocinaste y si no miedo a vos... que estabas tan cruzada :P
Beso