10 noviembre 2007

ME PUSE CONTENTA

Encandilada por el abismo de las mandarinas podridas que me llaman en voz baja, casi susurrando, suspiré. No es esto lo que me calma la ansiedad, pero aquellos remolinos son de gran ayuda. Es que no es fácil amarrarse a las paredes mientras algún jugo de remolachas es exprimido en una terraza cualquiera.
El helecho de mi jardín me pidió encarecidamente que no lo toque. Pasó ayer. Hoy en día, ya ni las plantas confían en las manos ajenas. Lo miré raro, me dí la vuelta y volví a entrar a la cocina, donde había merengues tirados por todo el piso. No sé cómo llegaron a quedar así. Seguramente el viento haya ayudado. Intentaba hacerme cargo de la rayuela de la vereda, pero las tizas verdes no me agradan. Preferí hacerme cargo de tu luz, y con unos ravioles de jamón en la heladera, celebramos la primavera.

2 comentarios:

Guilledios dijo...

A veces esta bueno limarla, ayuda a descargar el subconsciente. Aunque un poco carente de significado esta bueno, me hizo acordar a un poema de neruda, walking arround, a lo mejor te guste si lo lees. La foto es linda, parece de una estatua que hay en plaza italia, es medio fulero que este roto el brazo...

Guilledios dijo...

Fe de erratas: No es plaza italia es del jardín botánico